Acidosis tubular renal

martes, 11 de septiembre de 2007

Alteración en la capacidad renal de mantener los niveles normales de bicarbonato en la sangre, debido a defectos en los mecanismos de acidificación urinaria o por alteraciones en la reabsorción de bicarbonato.
ETIOLOGIA diversa. En muchas ocasiones no se puede precisar la causa del trastorno, por lo que se le denomina Primaria. En otros casos es secundaria a enfermedades generalizadas o a intoxicaciones. Algunos niños pueden heredar esta alteración de sus padres, lo que puede manifestarse en la niñez o en su vida adulta.
Existen dos tipos de acidosis renal: proximal y distal, que presentan algunas diferencias en cuanto a las alteraciones funcionales que ocurren, sin embargo, en ambos tipos de acidosis estas alteraciones conducen a:
  1. Pérdida de Bicarbonato, Potasio y Calcio por la orina
  2. Disminución de los niveles sanguíneos de acidez (pH), bicarbonato, potasio y calcio.

SINTOMAS
Diversos y dependen de la causa que origina la acidosis. Entre los síntomas más comunes podemos observar retardo del crecimiento y aumento del volumen urinario. Los casos más severos pueden presentar además sed, deshidratación, respiración rápida, vómitos, fiebre, debilidad o calambres musculares, y depósito de calcio en los riñones (nefrocalcinosis) o en las vías urinarias (litiasis) que ocasionan dolor y/o infecciones urinarias recurrentes.


TRATAMIENTO
Mediante el tratamiento médico se procura corregir las alteraciones electrolíticas ocasionadas por la acidosis renal (alcalinizantes como Bicarbonato de Sodio o Citrato de Sodio; muchos requieren además suplementos de Potasio).
Los casos severos requieren de hospitalización para rehidratación endovenosa y corrección de los desequilibrios hidro-electrolíticos.
En algunos niños las alteraciones renales son transitorias y luego de unos cuatro a doce meses puede ocurrir recuperación espontánea, por lo que el tratamiento puede detenerse sin que se produzcan recaídas. Sin embargo, en muchos casos puede requerirse la administración de alcalinizantes de por vida.
El pronóstico es excelente cuando el tratamiento se inicia precozmente y se mantiene un control estricto de las alteraciones electrolíticas (acidez sanguínea, potasio, sodio, cloro, calcio y bicarbonato). Cuando el niño se diagnostica tardíamente puede persistir daño funcional residual permanente, aunque el tratamiento permitirá una expectativa de vida normal.

2004

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